Bernardos Mermelada nace en Lanzarote en 1993 como una iniciativa gastronómica artesanal vinculada al uso del tuno indio, un fruto local poco aprovechado. Lo que comenzó como un souvenir de restaurante, pronto despertó el interés comercial, dando lugar en 1995 a la creación de la sociedad productora. A pesar de las limitaciones propias de una isla, la empresa creció de forma sostenible, ampliando su catálogo sin perder su esencia. Hoy, sigue elaborando confituras naturales, sin conservantes ni colorantes, mediante procesos lentos y cuidadosos, priorizando siempre la calidad sobre la productividad.